En esta línea del tiempo aparecen los hitos más relevantes basados en el libro “125 Años de Historia”, escrito por las ex alumnas Denise Baumgarten Muñoz y Carolina Rutllant Feliú.
140 Años de historia
Con todas las vivencias del país y luego de 140 años desde que Ira y Adelaide La Fetra emprendieran el desafío de fundar SC, nuestro colegio sigue con sus estándares de innovación y excelencia en los recursos humanos y académicos. El correr de los años y el desarrollo de un mundo más globalizado, competitivo y tecnológico no han sido obstáculos para seguir entregando los más altos ideales de la educación, una formación cristiana, pero sin sectarismo, y una enseñanza bilingüe marcada por firmes valores y principios.
La apertura del colegio Santiago College (SC) se produjo en plena Guerra del Pacífico. A mediados de 1880 se arrendó una casa en calle Vergara No 17, por mil pesos al año. Esta construcción de tres pisos, con espaciosos jardines y patios de juegos fue el origen del SC, un colegio fundado por misioneros metodistas norteamericanos y caracterizado por una educación de vanguardia.
Los principios que guiaron a los fundadores fueron: “todo sistema de educación debe desarrollarse y ejercitar las naturalezas físicas, intelectuales y morales, con el fin de preparar a la juventud para importantes responsabilidades de vida como ciudadanos de Estado, como miembros de las comunidades sociales, políticas y comerciales, de la familia y del hogar, y como sinceros adoradores de Dios”.
SC fue fundado el 1° de octubre de 1880, con el apoyo y supervisión del Board of Foreign Missions of the Methodist Episcopal Church. La constitución del Colegio establece que “el propósito es ofrecer a las niñas y mujeres de Chile una educación cristiana, pero sin sectarismo, y alcanzando los más altos ideales de la educación”.
A pesar de todo el esfuerzo realizado por Ira Haynes La Fetra, el colegio comenzó las clases con sólo siete alumnas, en su mayoría hijas de extranjeros.
El colegio escandalizó a la sociedad santiaguina con sus clases de gimnasia femenina. Desde un comienzo SC fue absolutamente bilingüe. Otra innovación que causó revuelo fue el kindergarten, implementado por primera vez en el país.
Los primeros años fueron difíciles. Los profesores escaseaban, las familias tradicionales de la época consideraban una amenaza la tolerancia religiosa del SC, mantener el edificio era muy costoso y éste tampoco contaba con las condiciones necesarias para instalar el anhelado internado.
Tras un gran esfuerzo de los fundadores, en 1882 el colegio contaba con un significativo aumento en la cantidad de alumnas y fue necesario trasladarse a un edificio más grande, en el número 219 de la Alameda de las Delicias.
El Transit and Building Fund Society (Sociedad formada por el obispo William Taylor) estaba a cargo del colegio. En 1886 adquirieron un terreno por 35 mil pesos en Agustinas con Brasil para construir un nuevo edificio (el cual acogería al SC por 45 años).
Según documentos de la época, el colegio inaugurado en 1887 era el mejor establecimiento para mujeres en cuanto a modernidad, espacio y equipamiento. Además de instalaciones para los dormitorios del internado, tenía un gran comedor, salas de clases amplias y dependencias para música y pintura.
Entre sus 184 alumnos estaban las hijas del ex presidente Aníbal Pinto, los hijos del ex presidente Manuel Balmaceda y del capitán Arturo Prat y cuatro nietos del ex presidente Domingo Santa María.
Tras 20 años trabajando en el SC, en 1904 Adelaide Whitfield se fue a Estados Unidos junto a su marido, Ira La Fetra. En su carta de despedida ella reafirmó los puntos centrales que le dieron fama al Colegio: excelencia académica, formación moral, enseñanza de vanguardia, profesores altamente calificados, gimnasia obligatoria y bilingüismo.
Con la partida de Mr. y Mrs. La Fetra, la dirección del SC cambió varias veces de manos.
Entre 1915 y hasta después de 1920, el colegio vivía transformaciones y debilidades, aunque ello no incidía en el número de matrículas.
En ese momento llegaba Mary Firebaugh Swaney desde EE.UU. Con 28 años y devastada por la tristeza por su reciente viudez, esta profesora se había embarcado a Sudamérica para rehacer su vida.
La colonia norteamericana en Santiago estaba orgullosa de ella y las ex alumnas se motivaron a volver.
Mrs. Swaney fue la directora de transición y de su mano el SC se trasladó a un nuevo edificio en la calle Lota con Los Leones.
Elisa Parada de Miguel (class 1893), fue la principal benefactora del nuevo edificio de Los Leones. Su marido, el filántropo norteamericano Moses Miguel, le ofreció patrocinar un proyecto en Chile. Ella aspiraba darle nuevos aires a su colegio.
El SC debía mudarse hacia el sector oriente de la ciudad, donde estaban los nuevos barrios residenciales. Además, las instalaciones de Agustinas ya no satisfacían las necesidades de una educación de vanguardia.
El nuevo colegio tendría salas para 500 alumnas, biblioteca, salas de música, modernos laboratorios de física y química, un departamento completo para economía doméstica, gimnasio, jardines espaciosos, facilidades para la práctica de deportes al aire libre y un internado para 150 niñas.
El 1° de octubre de 1930 el colegio celebraba sus Bodas de Oro. En esta ceremonia la directora del Colegio, Mrs. Swaney, presentaba la bandera del Santiago College donada por Elisa Parada de Miguel. Era de color celeste. En el centro tenía el símbolo de la educación: una mujer sentada en un trono, coronada con laureles y rodeada de libros. Alrededor de ella se bordaba el lema: “La educación ennoblece”. Desde ese día la bandera ha estado presente en todas las ceremonias del colegio, convirtiéndose en un emblema para todos.
En la celebración de tres días se colocaba la primera piedra del nuevo colegio. Al evento asistían Carlos Ibáñez del Campo, presidente de la República y diversas autoridades.
Para la construcción del edificio se contrató a la oficina de arquitectos de Josué Smith Solar y José Tomás Smith Miller, dupla prestigiosa de la época, que poseía la mayor experiencia en construcción de establecimientos educacionales.
“Que Dios las bendiga a cada una de ustedes y, como siempre, guarde al colegio en su amor”. Con esta frase Miss Elizabeth Caton Mason finalizaba cada ceremonia que presidía. Durante 27 años inspiraba a las jóvenes para perseverar en los valores que guiaban al SC desde sus inicios.
Elizabeth C. Mason se formó como educadora y profesional en Estados Unidos y en Europa. Para muchos, la época de oro del colegio comenzó con su llegada en 1933, ya que bajo su dirección Santiago College creció y llegó a ser considerado como uno de los establecimientos más importantes de Chile en la educación para niñas.
Uno de sus grandes aciertos fue darle gran importancia a la cultura y adaptar la educación del SC a la modernidad para favorecer a las mujeres. Ella traspasó sus conocimientos de historia, teatro, literatura y artes al alumnado, y reclutó a las mejores profesoras de canto, baile y drama.
En el plano religioso, Miss Mason le dio al SC la apertura y tolerancia de credo que lo caracteriza hasta hoy. Para las ceremonias invitaba a representantes de todas las iglesias porque para ella lo más importante eran los valores, que no eran exclusivos de ninguna religión.
Miss Mason dejó una huella indeleble en muchas generaciones que egresaron del SC. Parte de las tradiciones que perduran hasta hoy, como el Last Chapel y el Commencement (con los caps and gowns y el evergreen chain), fueron ideas de ella.
Santiago College abrió sus puertas a los hombres en marzo de 1972. Los primeros alumnos ingresaron desde prekínder a cuarto básico y la primera promoción mixta se graduó en 1980, coincidiendo con los 100 años de existencia del SC.
En una entrevista publicada en el Alumni News en 1984, Rebeca Donoso, directora del SC en ese entonces, se refirió a la incorporación de los hombres, señalando que “se supone que vivimos en una sociedad mixta en la que coexisten hombres y mujeres en forma natural. El colegio mixto educa mejor a los niños para el futuro, enseñándoles hábitos de convivencia que les servirán toda la vida”.
El colegio recibió su centenario bajo la dirección de Rebeca Donoso (class 1959). El edificio de Los Leones comenzaba a verse limitado ante la cantidad de alumnos y las prácticas de deportes que un colegio mixto demandaba en esa época.
En 1985 se firmó una promesa de compraventa entre los monjes Trapenses y la Fundación Educacional Santiago College, por el actual terreno del colegio. El sitio, tres veces más grande que el de Los Leones, fue adquirido con el compromiso de que en un plazo de 20 años se construirían allí canchas para deportes y salas de clases.
El desafío era construir el colegio del siglo XXI, sin perder la tradición y el sello de Santiago College.
En 2013 se inauguró el nuevo edificio de Santiago College, un proyecto arquitectónico de vanguardia, que conserva la tradición y que mira hacia el futuro.
“From us to those who follow us: una herencia llena de responsabilidades que, protegidos por estos nuevos muros, dejan la inmensa tarea de avanzar con la memoria intacta de la historia, con la brújula perfecta del presente y -por sobre todo- caminar hacia el futuro apoyados en las raíces profundas del legado del Santiago College. Aquellas raíces que no se cortan y que no se transan, pero que sí se traspasan de generación en generación, a través de los siglos y sin perder el alma mater”, enfatizó Lorna Prado Scott en el discurso inaugural del nuevo edificio.
Otro objetivo primordial para Miss Lorna se fundamenta la importancia de los valores del SC: honestidad, respeto, responsabilidad, solidaridad, perseverancia y alegría de vivir.
Quien tiene un rol protagónico en esta nueva etapa es Lorna Prado Scott, ex alumna, hija de la recordada profesora Lorna Scott y designada por el Consejo Superior como Directora en noviembre de 2004.
Lorna se tituló de Profesora de Enseñanza Básica con mención en Inglés y Educación Física de la Universidad de Chile. En 1979 obtuvo una beca en Educación y Deportes, y partió rumbo a Alemania donde vivió por un año. Además, obtuvo un Magíster en Administración y Gestión Educacional y en 1999 fue acreditada por la International Baccalaureate Organization (IBO) como instructora del Primary Years Program (PYP) para dictar talleres en Norteamérica y Latinoamérica en el ámbito de la educación.
Al ser nombrada directora del Santiago College, Lorna Prado Scott -junto al Consejo Superior- se fijó como prioridad elaborar un plan estratégico para definir el lugar físico donde se encontraría el colegio por los próximos 100 años: el terreno de Los Trapenses. “El colegio necesita nuevas instalaciones donde podamos contar con mayores avances tecnológicos, más áreas verdes, lugares de esparcimiento, estacionamientos, accesos y escapes más seguros”, explicó Lorna.
Ante la pandemia del coronavirus, el colegio cerró sus puertas físicas para velar por el bienestar de sus alumnos/as y familias. Esta situación comenzó a regir a partir del lunes 16 de marzo de 2020, previo al dictamen de la resolución oficial del Ministerio de Educación que obligaba a que todos los estudiantes del país estuvieran en confinamiento en sus respectivos hogares.
En Santiago College la prioridad número uno han sido siempre sus queridos alumnos/as y esta fuerte determinación se sostuvo sobre la base de esa mirada de cuidado sobre ellos, primando siempre su salud física y emocional. Asimismo, con un gran esfuerzo por parte de alumnos/as, padres y profesores/as se mantuvo el nivel de las clases de manera sincrónica y asincrónica, implementando diversas plataformas de innovación de enseñanza en cada uno de los niveles tales como Google Classroom, Turnitin, Maganabac, Seesaw y los sitios de Google de asignaturas generadas por el colegio.
Al mismo tiempo, los profesores continuaron con diversas actividades de aprendizaje y los estilos de interacción de SC como TOK, Tie Ceremony on line, Día del Alumno, 4 de julio y Asamblea del 18 de septiembre, entre muchos otros.
La labor de aprendizaje y la planificación de estudios a distancia se diseñó bajo los lineamientos del Bachillerato Internacional (IB), donde la asincronía supone una mayor autonomía para los estudiantes, de modo que ellos pueden adaptarse según las necesidades de la familia y su forma personal de aproximación al conocimiento. Este objetivo espera potenciar la autodisciplina y la indagación propia, en contraposición de un sistema presencial que se sustenta en una misma experiencia para todos.
Día de acción de gracias, que recuerda a los peregrinos que llegaron a Norteamérica y luego de un año de trabajo dieron gracias a Dios por los frutos recolectados. El acto se conmemora en un Assembly durante otoño, donde los alumnos hacen entrega simbólica de alimentos no perecibles reunidos por ellos mismos para instituciones de beneficencia.
Celebración de la Independencia de los Estados Unidos, país donde se encuentran los orígenes del SC. Los distintos niveles escolares organizan sus assemblies con cantos, bailes, trajes típicos y discursos relacionados con esta fecha.
Esta fecha se celebra con la solemnidad que corresponde. El profesorado elige distintos temas que aluden a los acontecimientos históricos que marcaron el proceso de independencia de Chile.
En octubre el Colegio celebra su aniversario, cuya organización está a cargo del Student Council.
Al comenzar el año escolar los cuartos medios están ansiosos por recibir la corbata que los distingue como los nuevos seniors, que les permitirá gozar de sus privilegios como cantar en el colegio la melodía “So we are seniors, seniors are we, singing together happy are we”, como una forma de demostrar su alegría por haber llegado al final de una etapa.
Asimismo, los seniors deben comportarse a la altura de las circunstancias y demostrar que tanto la corbata que llevan puesta como el trato especial que reciben son fruto de años de respeto y fidelidad hacia los principios y valores que el Colegio inculca.
En noviembre el Colegio hace entrega a sus seniors de los anillos y medallas. Éstas últimas fueron incorporadas en 1980, año en que ingresó la primera promoción de hombres del SC.
Estos distintivos aluden al ciclo de la vida escolar, como una etapa vital que determinará el futuro de los estudiantes. Los anillos y medallas llevan el cuño del Colegio, que presenta una mujer laureada junto al lema “La educación ennoblece”.
A fines de noviembre o principios de diciembre, el Alumni Association recibe oficialmente al senior class de ese año como los nuevos miembros de su institución.
En esta ceremonia se hace entrega del premio “English Award”, instaurado por Graciela Balbontín de Bravo, de la clase de 1931, que distingue al alumno que ha obtenido el promedio más alto de notas en los últimos cuatro años en la asignatura de Inglés. El premio consiste en una medalla de oro que es entregada por el presidente (a) de Alumni Association.
La celebración que llega más profundamente al corazón de los alumnos se denomina Last Chapel, debido a que es la última ceremonia religiosa donde participan los seniors, y tiene sus fundamentos en la vida espiritual del SC. En el pasado, los alumnos asistían durante todo el año a una serie de assemblies o chapels, en que se leía un trozo de la Biblia y el director (a) se refería a un tema central desde el punto de vista espiritual. Además, se cantaban hermosos himnos religiosos y se entonaban villancicos para crear un ambiente de preparación para celebrar el nacimiento de Cristo.
El Last Chapel consiste en una despedida que el Colegio brinda a sus seniors, que se caracteriza por un profundo contenido espiritual y donde se encuentran representadas las tres religiones que se imparten: católica, protestante y judía. A ella asisten los padres y apoderados de los cuartos medios, profesores y alumnos de tercero medio.
Una vez finalizado el Last Chapel los juniors invitan a los seniors a un picnic que se realiza en un lugar al aire libre, donde disfrutan de una tarde en compañía de sus profesores jefe. Como recuerdo de ese día, cada senior recibe un pequeño regalo de su junior (el alumno de tercero medio quien ha sido elegido por motivo de afinidad o parentesco).
En la mañana del día del Commencement los seniors toman desayuno con sus profesores jefe en el comedor del Colegio. La tradición de esta convivencia se remonta a la época en que el SC tenía internado; esa mañana era el último día en que las internas compartían el desayuno antes de la graduación. Hasta hoy se lee el Salmo 23 “El señor es mi pastor, nada me habrá de faltar”; luego, en un ambiente distendido, tanto profesores jefe como seniors dicen algunas breves palabras en relación al tiempo compartido.
Esta palabra significa el término de una etapa, pero, al mismo tiempo, el comienzo de una nueva vida. Tradicionalmente, se invita a alguien especial para que dedique un discurso a los seniors, que siempre es una persona destacada, ya sea el rector de una universidad, un embajador, una autoridad religiosa o un miembro distinguido de la comunidad nacional.Este acto solemne se realiza en el rose garden del Colegio, donde todo está dispuesto para recibir a los familiares y amigos de los seniors.
El Commencement se inicia con la entrada de los seniors revestidos con el cap and gown, escoltados por los junios que llevan el “evergreen chain”. Esta cadena está elaborada con pino natural y representa el devenir de las nuevas generaciones. En años anteriores, el orfeón de Carabineros tocaba la marcha Pompa y Circunstancia, como música de fondo, pero en la actualidad esta interpretación está a cargo de la orquesta del colegio.
Durante esta ceremonia se otorgan las siete distinciones que el colegio sólo entrega al término de la vida escolar. Entre estos premios, el más significativo es el Finer Humankind Award, seguido por el Valedictorian Award, Salutatorian Award, Sportsmanship Award, Creativity Award y el ECIS Award.
Una vez terminada la ceremonia de Commencement los juniors asisten al denominado Junior Prom. Las alumnas visten un traje blanco, con el que escoltaron a los seniors, y los alumnos, por su parte, llevan el uniforme oficial. El comedor se arregla con flores y globos y los juniors celebran felices el estar cerca de la meta: senior class.
En los últimos años, el encuentro se ha realizado en el comedor del Colegio.
La última fiesta de toda la promoción de egresados es el Senior Ball, donde asisten los egresados en compañía de sus padres y apoderados. Para este baile las mujeres van con vestidos de fiesta y los hombres de traje. Usualmente se realiza en un establecimiento grande, que pueda acoger a un número elevado de personas. Para que el evento sea una gran ocasión se presta especial atención en la decoración del lugar y en la música. El baile es organizado por los apoderados y son invitados los profesores jefe de cada curso y el director (a) del colegio.
La fiesta comienza con un cóctel y al final de éste los padres bailan con sus hijas (os) un vals. Luego se retiran, junto con los otros invitados, antes de que empiece la comida. Más tarde se inicia el baile que dura hasta la madrugada y termina en un rico desayuno.
El senior ball es la última ocasión donde la promoción puede compartir y despedirse de la vida escolar.
Es la máxima distinción que el Santiago College confiere a sus graduados. El Finer Humankind Award fue instituido en 1925 y simboliza un conjunto de valores que los alumnos han aprehendido durante su vida escolar: tolerancia, alegría de vivir, responsabilidad, honradez, cortesía, liderazgo, solidaridad y alto compromiso académico.
Todos los seniors al llegar a su último año deben haber logrado estos valores. Como en la práctica es imposible entregarles a todos esta distinción, el elegido simboliza estos ideales y representa a toda su promoción.
Es la distinción que otorga el Santiago College al alumno(a) que haya obtenido el promedio de notas más alto durante los últimos cuatro años de estudio.
Es la distinción que otorga el Santiago College al alumno(a) que haya obtenido el segundo promedio de notas más alto durante Enseñanza Media.
Este galardón tiene como objetivo distinguir a aquel alumno(a) que, sin ser necesariamente el mejor atleta, encarna el espíritu deportivo en su más amplio sentido: aquél que supo perder con honor, ganar con modestia y contribuir a la superación de su equipo, dando lo mejor de sí en cuanto a esfuerzo y apoyo a los demás. Este premio fue instituido en el año 1976 y el galardonado es elegido por el Departamento de Educación Física.
Esta distinción la entrega Alumni Association desde 1992. El galardón consiste en una medalla de oro, la cual premia al alumno destacado por su creatividad. La distinción fue instituida en conmemoración a los 100 años del natalicio de Mary Swaney y Elizabeth Mason. El presidente de Alumni entrega la medalla en la ceremonia de Commencement, según lo establecido en el estatuto.
En el commencement del año 1992 se entregó por primera vez la distinción llamada Award for International Understanding, otorgada por el European Council of International Schools. El objetivo de este premio consiste en reconocer a aquellos seniors que mejor representen los principios de un ciudadano internacional y que tengan una clara perspectiva de la necesidad de cooperación entre personas de diferente origen.
Mrs. Elizabeth Fox, ex directora del SC, quien instituyó este galardón, lo definió como un “Award que es entregado a un alumno o alumna que sea un buen representante de su país, con una actitud positiva hacia la vida y cultura de otros, capaz de comunicarse al menos en dos idiomas. Debe tener una fuerza colaboradora que permita integrar en una comunidad a personas diferentes entre sí, a favor de un mejor entendimiento internacional”.