
El programa de Outdoor Learning, en el que participan estudiantes y educadoras de preescolar, busca nutrir un vínculo personal e interpersonal con el entorno, contribuyendo a formar ciudadanos con comportamientos sustentables.
La naturaleza es un entorno de aprendizaje con infinitas posibilidades, donde es posible poner en práctica el currículum, desarrollar habilidades y actitudes, y vivir distintas experiencias. Para potenciar este viaje que une educación con la naturaleza, las educadoras de preescolar han participado activamente en sesiones mensuales de talleres de aprendizaje al aire libre para transformar el patio en un santuario de naturaleza, acogiendo más biodiversidad y favoreciendo tanto el desarrollo físico, emocional y social, como el aprendizaje de los estudiantes de Prekinder y Kinder.
“Trabajamos en el invernadero, cuidando y aprendiendo de plantas y flores comestibles, hierbas culinarias y medicinales. Asimismo, utilizamos los espacios exteriores para desarrollar diversas experiencias pedagógicas y actividades, moviendo la sala de clases al exterior. El juego, la exploración y la indagación se han visto potenciados en este reencuentro con la naturaleza. El aprendizaje se aprecia con recursos tan sencillos y abiertos a la creatividad como palos, semillas, piedras, generando espacios de enseñanza y aprendizaje mutuo, de adultos y niños/as, potenciado por el bienestar que nos proporciona la naturaleza. Desarrollando la curiosidad y el asombro, favorecemos el aprender ¨naturalmente¨”, explican Claudia Ribalta, Principal de Infant School, y María José Gálmez, coordinadora de preescolar.
“Estamos cuidando lombrices para generar humus, el mejor fertilizante, y preparando tierra de hoja. Cada vez estamos más atentos a cada uno de los mil y un detalles con los que la naturaleza nos saluda a través de nuestros sentidos. Cada vez más vinculados a nuestro planeta desde la esperanza activa, dando pequeños pasos hacia un mundo mejor”, agregan.